Jugaban Ucrania e Italia una final en el BayArena de Leverkusen, donde el Bayer de Xabi Alonso está haciendo maravillas en la Bundesliga. Pero, aunque empatados a puntos en la tabla, no partían de la misma posición: Italia tenía la pole, pues le valía el empate para estar en la Eurocopa gracias a la victoria en San Siro y el goal average a su favor, mientras que Ucrania salía detrás. Pero lejos de buscar el punto necesario, los de Spalletti no homenajearon al Catenaccio y buscaron la victoria desde el primer momento, aunque acabaron pidiendo la hora ante una Ucrania que terminó reclamando a Gil Manzano un probable penalti en el descuento. El 0-0 final no hace justicia al intenso partido disputado entre ambas selecciones, pero le vale a Italia para defender título en Alemania mientras que Ucrania tendrá una nueva oportunidad en la repesca ante Israel.
Los primeros minutos anunciaron lo que sería el primer tiempo: un correcalles con alternativas para ambos equipos y llegadas en las dos porterías. Chiesa tuvo la suya para Italia pero mandó alto un balón claro, mientras que Donnarumma mantuvo a cero su portería con una buena parada abajo a disparo de Sudakov. Los ucranianos, con los jugadores del sorprendente Girona Dovbyk y Tsygankov buscando huecos arriba, protagonizaron entonces sus mejores minutos en el primer acto, pero pronto fue Italia la que se hizo con el balón, la iniciativa y las ocasiones.
Buena culpa de ello la tuvo Chiesa, un filón por la banda izquierda en la que conectó con Dimarco para llevar el peligro por ese costado. El de la Juventus llegaba hasta la línea de fondo como quería, y si paraba era porque se le acababa el campo. No obstante, no encontró rematador para sus diabluras. Zaniolo también lo intentaba por el otro lado, pero en este caso, el lateral del Everton Mykolenko fue un muro para el ex de la Roma.
Otro protagonista de los pupilos de Rebrov, antiguo socio de Shevchenko en aquel Dinamo de Kiev que causó estragos por Europa, fue el guardameta Trubin: primero despejó un disparo de Barella y después detuvo un mano a mano a Frattesi tras una magnífica asistencia de Chiesa, quien ha recuperado un buen nivel tras su grave lesión.
Scamacca entró tras el descanso por un desapercibido Raspadori en la punta de ataque, y lo primero que hizo fue fallar una ocasión muy clara aunque posteriormente señalada como fuera de juego. Italia seguía teniendo el balón pero con más reservas, hasta que Ucrania se dio cuenta de las horas que eran y que el segundo puesto se le escapaba. Mudryk entró por fin en juego y llevó el balón hasta el área rival, incluida una oportunidad muy clara tras un malentendido entre Donnarumma y su defensa que solventó finalmente el arquero del PSG despejando a córner.
Era el pistoletazo de salida al asedio de Ucrania, ante el que Italia no pudo más que replegarse y resistir sin demasiadas complicaciones. Sí pudieron llegar en el 92, cuando Mudryk se escapó de Cristante dentro del área y y este zancadilleó al extremo del Chelsea. Gil Manzano y el VAR tuvieron muy claro que no fue penalti, aunque debieron de ser los únicos. Un final con polémica tras un partido en el que Italia fue mejor, a pesar del arreón final de los ucranianos. Spalletti puede respirar tranquilo: sustituyó en el cargo a Mancini el pasado mes de agosto con una situación complicada y el primer gran objetivo está cumplido.