El de Dusan Vlahovic es un caso curioso: todo el mundo sabe que es uno de los mejores nueves del continente, aunque sus números en la Juventus no lo atestigüen. Cierto es que vivimos tiempos en los que ya no es esencial jugar con delantero centro y no hay tantos como antes, pero eso no resta cualidades al ariete serbio. De hecho, si un grande de Europa busca nueve, el nombre del delantero bianconero es un habitual en los rumores: si el Madrid busca delantero para sustituir a Benzema, Vlahovic es una opción; si hay desbandada en el ataque del PSG, Vlahovic podría llegar a París para acompañar a Mbappé; si el Arsenal necesita un nuevo artillero para asaltar la Premier, ojo con Vlahovic; si no hay manera de que el Manchester United remonte el vuelo, Vlahovic aterrizaría en el Teatro de los Sueños para provocar pesadillas a sus rivales.
Y eso sucede por una razón: no acabó de asentarse en la Juventus. Después de revolucionar el Calcio con la camiseta de la Fiorentina a base de goles, los mejores equipos de Europa lo incluyeron en su agenda pero no se movió de Italia: la Vecchia Signora se adelantó a todos y lo firmó en el mercado de invierno de 2022. Su primera media temporada no fue mala, pero no acabó de alcanzar el nivel mostrado en Florencia, donde en la primera vuelta de esa misma temporada había marcado 17 goles en 21 partidos. Los 7 que añadió en Turín no le valieron para llevarse el título de máximo goleador, que fue a parar una vez más a las botas de Immobile.
La siguiente temporada tenía que ser la buena, pero fue un desastre para el equipo: Allegri no daba con la tecla, pronta eliminación en Champions, Chiesa había sufrido una grave lesión y, por si fuera poco, el club sufrió una sanción de 10 puntos en la tabla por alterar sus cuentas. Vlahovic concluyó la temporada con 14 goles entre todas las competiciones, números aceptables pero lejos de lo esperado.
Así las cosas, la Juventus comenzaba la temporada sin ningún viaje programado por Europa: su puesto en la clasificación le otorgaba plaza en la Conference League, pero pactó con la UEFA una sanción para ser excluida de una competición que no les convencía y así evitar futuros problemas en la Liga de Campeones, su verdadero objetivo. De este modo, los de Allegri, que principalmente reforzaron su ataque en el mercado con Milik y Timothy Weah, se centrarían en las competiciones locales y no les está yendo mal: tienen plaza en la semifinal de Coppa y en liga es el único equipo que le sigue la estela al Inter tras perder un solo partido en toda la primera vuelta.
No contaron a menudo con los goles de Vlahovic en los primeros meses de competición, pero el serbio ha despertado: en los últimos cuatro partidos ha marcado cuatro goles y ha dado dos asistencias. Especialmente destacable ha sido el último encuentro ante el Sassuolo: primero marcó un golazo desde fuera del área tras un rápido control en el que apenas tardó en armar el disparo, y después, con un fantástico lanzamiento de falta en el que le dobló la mano a Consigli, atónito meta del Sassuolo. Dos misiles con los que Vlahovic le declaró la guerra a los neroverdi para que la Juventus se llevara los tres puntos.
Antes de este encuentro había mostrado credenciales: un cabezazo suyo le dio la victoria a su equipo en el descuento en el campo de la Salernitana, y ante la Roma, asistió de tacón a Rabiot en el único tanto del partido. Un nueve a la vieja usanza, de los que se siente cómodo entre los centrales esperando una oportunidad de remate, pero que sabe hacer otras cosas. Lo agradece la Juve, que con sus goles ve multiplicadas sus opciones de pelearle el título al Inter.