Con sus más de 1.300 millones de habitantes, la India es el segundo país con mayor población del mundo, por detrás de China. Su lema es bien claro: “La verdad sola triunfa”; y la única verdad es que, en la antigua colonia británica, los deportes que más triunfan son el críquet y el hockey hierba. No obstante, en los últimos años, grandes figuras futbolísticas y franquicias económicamente potentes decidieron apostar por el auge latente del balompié.
En la India existen dos competiciones paralelas y de igual importancia competitiva. Sería como tener dos primeras divisiones: la I-League, con el tradicional formato europeo de ascensos y descensos, y la Indian Super League, con un modelo similar al sistema de la MLS estadounidense, sin promociones. No obstante, ya existe el proyecto para unificarlas, un road map para que en 2023 la Superliga tenga diversas divisiones, y en que los mejores clubes de la I-League se adhieran.
Creada en 2014, y con el visto bueno de la Federación de Fútbol de la India (AIFF) y de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC), la Indian Super League es un torneo con una duración de cinco meses (de octubre a febrero), formada por diez equipos que representan a las ciudades más importantes del país -Chennai, Bombay, Calcuta, Delhi, Goa, Guwahati y Pune- y en la que los cuatro primeros se clasifican para una serie de play-off. Ahí, el primero se enfrentará contra el cuarto y el segundo ante el tercero. Finalmente, ganadores a la gran final, donde surge el campeón de una competición que cede hasta ocho plazas del plantel para jugadores extranjeros. Y cada equipo deberá contar con un ‘jugador franquicia’, cuyo rol sea el más destacado y, por ende, su salario también sea superior al resto.
La Indian Super League ya cuenta con más de 24 jugadores y cinco técnicos españoles; siendo la liga extranjera que acoge a más profesionales del balompié nacidos en nuestro país
Así pues, antes de que a Carlos Roberto y Miquel Sanchis -autores de Odio el fútbol moderno– se les revuelvan las tripas ante semejante despropósito, obsesionado con el business puro del balompié, hay que declarar que la Indian Super League también tiene como objetivos el fomento de una liga doméstica competitiva y atractiva para el aficionado indio, promoviendo así la aparición de promesas llamadas a competir con su selección. “Estamos hablando de una competición de nivel bajo, con grandes inversores y que mueve a muchísima gente. La Superliga India es muy pasional y muy joven. Debería ir a más, porque ya se está trabajando en aspectos de la cantera y seguro que surgirán nuevos jugadores interesantes”, afirma el periodista del diario As Martín Manchón, especializado en futbolistas españoles por el mundo.
Esta liga ya cuenta con más de 24 jugadores y cinco técnicos españoles; siendo la liga extranjera que acoge a más profesionales del balompié nacidos en nuestro país. Un ejemplo de ello es el Odisha, que cuenta con Josep Gombau en el banquillo y que a sus órdenes están jugadores como Tébar, Xisco, Carlos Delgado, Aridane o Dorronsoro. O el Jamshedpur, capitaneado por ‘Tiri’ Espinosa, dirigido por Antonio Iriondo, y con fichajes como Monroy, Acosta, Castel o el histórico jugador de Primera División, Francisco Medina, ‘Piti’. De las diez escuadras que componen el campeonato, solo hay tres que no cuentan con influencia española.
Se puede pensar que esta competición es todo aquello que odiamos. Dinero y negocio antes que deporte, perdiendo así la esencia por la cual nos enamoramos del fútbol. Pero también es una oportunidad para que aquellas personas con talento puedan hacer historia. Por ejemplo, ¿sabían que Ferran Corominas, ‘Coro’, jugador del FC Goa, es el máximo goleador de la historia de la competición? Solamente lleva dos años y ha anotado 34 goles. ¿O que José Luis Espinosa, ‘Tiri’, puede hacer lo nunca visto en ser el único español en ganar la I-League e Indian Super League? ¿O que Carles Cuadrat, entrenador del Bengaluru, vigente campeón, podría hacer historia si su equipo revalida el título, siendo así el primer club en conseguirlo? “Me parece interesantísimo lo que permite este fútbol moderno y la aparición de grandes ligas económicamente potentes. Es muy interesante que un jugador que lleva jugando toda su vida en Europa, y que llega un momento en que su nivel no le da para seguir, tenga la oportunidad de jugar y disfrutar otros dos años del fútbol, volviendo a sentirse importante y haciéndolo ante 60.000 personas. ¿Por qué no? Tener la ocasión de despedirte siendo titular, con goles, asistencias y convertirte en un ídolo en la India. Me parece genial”, concluye Manchón.
Sí, solamente se lleva jugando esta liga cinco años. Pero futbolistas y miembros técnicos sin oportunidad de destacar en otros clubes pueden optar a ser leyendas en el segundo país más poblado del mundo. Pueden optar a ser recordados eternamente. Pueden optar a ser esos pioneros que componen los primeros versos de un hito. Pueden optar a ser aquellos referentes y modelos a seguir de miles de niños y niñas del país, generación tras generación. Pueden optar a ser y vivir aquello que no consiguieron en otro contexto, siendo la India el lugar alternativo que ofrece la oportunidad para convertirse en eterno.