Si hay algo que tenemos claro desde los orígenes del fútbol es que este deporte no deja de evolucionar. No solo en cosas grandes, como el número de jugadores, las dimensiones del campo de juego o las normas que rigen los partidos. Esta vez, queremos centrarnos en otros detalles, que no parecen tan llamativos, aunque es evidente que a lo largo de los años ha ido cambiando bastante. Nos referimos a las equipaciones de fútbol, esos uniformes con los que identificamos a nuestro equipo y que tanto nos gusta llevar, sobre todo si somos aficionados y este fin de semana hemos ganado por goleada.
El origen: ropa de trabajo (o casi)
Las primeras prendas deportivas, si es que se pueden llamar así, eran camisetas de algodón grueso, unos pantalones que llegaban más abajo de las rodillas y unas botas de cuero que recuerdan a las de trabajo que se usan hoy para proteger los pies.
Lo cierto es que no es tan extraño que estos fueran los primeros uniformes de fútbol. Al fin y al cabo, si tenemos en cuenta la historia de la Premier League y otras grandes ligas europeas, los equipos estaban formados en su origen por trabajadores que tenían tareas duras, acostumbrados a llevar este tipo de prendas.
A principios del siglo XX: nuevos materiales y pantalones más cortos
Con la revolución industrial, los tejidos empezaron a cambiar, algo que se nota en el material con el que se hacen las camisetas. El algodón da paso a telas sintéticas, más ligeras, cómodas y transpirables. También se empieza a acortar el largo de los pantalones, cubriendo solo medio muslo o poco menos.
Además de estos cambios, las camisetas varían los colores para irse adaptando a los de cada equipo. La producción en masa hace que las equipaciones se pongan a la venta para que los aficionados puedan llevar sus colores, aumentando además los ingresos de los equipos de fútbol.
Años 50: los cuellos cambian (y no solo los cuellos)
En los años 50 las camisetas dejan de llevar los clásicos cuellos que tienen las camisas de botones y los polos. En su lugar, se hacen cuellos de pico, más fáciles de llevar y sin que estorbe la solapa. Aunque no solo cambian las camisetas.
Las botas también empiezan a cambiar su diseño. En lugar de las clásicas botas por encima del tobillo, se empiezan a fabricar con un diseño parecido al actual, dejando libres los tobillos. Además, los primeros tacos intercambiables empiezan a sustituir a los fijos, lo que hace que se conviertan en muy poco tiempo en artículos muy populares y usados por los jugadores.
Inclusión de patrocinadores
Otro detalle que cambia definitivamente el estilo de las equipaciones es la aparición de los patrocinadores. Estos se anuncian en las camisetas, creando una fuente más de ingresos para los equipos y convirtiendo la publicidad en algo tan cotidiano como el escudo del club.
A grandes rasgos, así es como han evolucionado las equipaciones de fútbol. Aunque, ¿quién sabe cómo jugaremos dentro de 30, 50 o 100 años?